A principios del siglo XIII dio inicio la primera y única cruzada en suelo europeo. El papa Inocencio III tras la muerte de Pierre de Castelnau, legado papal, declara la cruzada si contemplaciones, apoyado por el rey de Francia, Felipe II Augusto. El Rey enfrascado en mantener sus fronteras del norte contra ingleses y germanos, envía a los barones del norte de Francia para acabar con la herejía cátara, con el trasfondo de enriquecerse y ampliar su territorio. El 22 de julio de 1209 da inició la cruzada con una de las mayores masacres de la historia. Ese mismo día en el pueblo de Bézier los habitantes de condición católica renuncian a entregar a sus conciudadanos cátaros, y como resultado todo el pueblo entero es pasado a cuchillo. Solo en la iglesia de La Madeleine 2.000 personas perdieron la vida. El total se cifra apropiadamente en 20.000 personas asesinadas, incluidos ancianos, mujeres y niños ¡en un solo día! Esta barbarie terminaría oficialmente el 16 de marzo de 1244 con la quema de 225 cátaros al pie de Montsegur, aunque posteriormente todavía hubo intentos de resistencia por parte de los cátaros y sus seguidores.
“¡Matadlos a todos, Dios sabrá reconocer a los suyos!” (Arnaud - Amaury, abad de Citeaux y legado papal)
Años más tarde, Cataros supervivientes, penetraron por los pirineos, por tierras de Aragón y Cataluña. Y algunos se quedaron en el MATARRAÑA.
Y es aquí, donde se conserva, el mejor cementerio Cátaro fuera del País Cátaro o “Lusitana”.
Contiene una veintena de Estelas (lapidas), las cuales fueron trasformadas por la Inquisición. Raspadas y Desgastadas las piedras, hasta borrar la estrella de doce puntas que los Cataros usaban en sus estelas funerarias.
En el cartel, pone que es una Recreación de un Cementerio Medieval, pero las estelas son AUTENTICAS.
Mapa para llegar:
